La Comisión Europea ha presentado este miércoles sus recomendaciones específicas a los Estados miembros, en las que reclama a España que adopte medidas en 2019 y 2020 para “la mejora de las infraestructuras ferroviarias para el transporte de mercancías”.
Se trata de una de las cinco áreas en las que Bruselas recomienda a España centrar su política económica de inversión. El documento insiste en la necesidad de resolver “el carácter incompleto de las conexiones de transporte de mercancías por ferrocarril”, así como en “la integración limitada en los mercados de electricidad y gas de la UE”, al considerar que estas tareas pendientes “impiden que España se beneficie plenamente del mercado único de la UE”.
La valoración que emite la Comisión sobre España es que “son necesarias inversiones para permitir un mayor uso del ferrocarril en el transporte de mercancías, incluidas las conexiones transfronterizas con Francia y Portugal y las conexiones con los puertos y los centros logísticos”.
En el conjunto de la península, la propuesta de Bruselas es el desarrollo de “un plan ibérico global, que incluya la identificación de los tramos adecuados, las terminales, las interconexiones necesarias para beneficiarse de la modernización de la red española y el desarrollo del ancho de vía internacional”. En su opinión, estas medidas ayudarían “a impulsar el rendimiento ferroviario internacional de Portugal”.
El informe sobre Portugal señala también que “la insuficiencia de las conexiones marítimas y ferroviarias dificulta que las empresas orientadas a la exportación puedan beneficiarse plenamente del potencial del mercado único”. “Debido a su situación geográfica –continúa la Comisión–, Portugal es un punto de entrada marítimo natural, especialmente para las rutas transatlánticas”.
